Libro : Focus Desarrollar La Atencion Para Alcanzar La...

Descripción

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Descripción provista por la editorial :

In this highly anticipated book, psychologist and journalist Daniel Goleman, author of the international bestseller Emotional Intelligence, offers a radically new view of a scarce and undervalued resource within our society, a secret to excellence: attention. People who reach their maximum performance, whether it’s in school, business, sports, or the arts, are those who are skillful at both focusing and meditating. Combining cutting-edge research with practical knowledge, Focus digs into the science behind attention in all its varieties-internal and external focus. In the era of endless distractions, Goleman argues that now, more than ever before, we must learn to focus our attention. It is necessary to form a sense of self-control to improve empathy and to understand the complex world we live in. About the Author Daniel Goleman is the author of Emotional Intelligence, one of the longest-lived and boldest bestsellers of recent years. He has written about behavioral and brain sciences for the New York Times for 12 years and was nominated twice for the Pulitzer Prize. He currently serves as president of the Consortium for Research of Emotional Intelligence at Rutgers University and is also a member of the American Association for the Advancement of Science. Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved. 1. La facultad sutil Ver a John Berger deambulando por el primer piso de un centro comercial del Upper East Side de Manhattan mientras observa a los clientes es un ejemplo palmario de atencion en accion. Vestido con una anodina chaqueta negra, camisa blanca, corbata roja y el walkietalkie siempre en la mano, ese vigilante de seguridad va de un lado a otro sin dejar de observar a los posibles compradores. No en vano se le conoce como los ojos del centro comercial . El suyo no es un trabajo sencillo en la planta de un centro comercial en la que acostumbra a haber al menos 50 personas. Y, mientras van de joyeria en joyeria, rebuscan entre los bolsos de Prada o se detienen a examinar las bufandas de Valentino, John no les quita ojo de encima. La danza que John ejecuta en esa pista es todo un ejemplo de movimiento browniano. Su mirada se posa unos segundos en el mostrador de los bolsos; luego se desplaza a un lugar, situado cerca de la puerta, que le proporciona una amplia perspectiva y, finalmente, se acerca a un rincon, desde el que puede echar un discreto vistazo a un trio que se le antoja sospechoso. Asi es como los clientes, interesados por las mercancias, permanecen ajenos al escrutinio continuo al que John los somete. Como dice un proverbio indio: -cuando un carterista se encuentra con un santo, solo ve bolsillos-, y John, del mismo modo, entre una muchedumbre, solo ve carteristas. Su mirada es una especie de foco luminoso, de modo que no resulta nada dificil imaginar su rostro transformado en un gran globo ocular que recuerda a un ciclope. John parece, en este sentido, la encarnacion misma de un faro. Pero ¿que es lo que John busca? Los indicios que le advierten que esta a punto de cometerse un robo son, segun me dice, -una forma especial de mover los ojos, un cierto movimiento corporal, esos clientes que se desplazan como si de una piña se tratara, o aquel otro que no deja de echar miradas furtivas a su alrededor. Llevo tanto tiempo haciendo esto que detecto los signos de inmediato-. Cuando John dirige su atencion hacia uno de los 50 clientes, ignora a los otros 49 y todas las otras cosas , lo que, en medio de tal oceano de distracciones, constituye una autentica proeza de concentracion. Esa conciencia panoramica, que alterna con la busqueda continua de indicios reveladores, requiere del concurso de formas de atencion muy diferentes (desde la atencion selectiva hasta la alerta, la orientacion y el modo adecuado de gestionarlo todo), cada una de las cuales constituye una herramienta mental fundamental que se asienta en una red concreta de circuitos cerebrales.1 La busq
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