Porcelana Walter Bosse Art Deco Geiger Metzler Ortloff Austr

Descripción

Figura porcelana original
Walter Bosse
Geiger Metzler & ortloff - Art deco , AUSTRIA ,
MEDIDAS 7,6 x7 x 5,5 cm
Datalle de daño menor en una pata.


Walter Bosse (1904-1979) nació en Viena, Austria, hijo de un retratista de la corte imperial. Asistió a la Universität für Angewandte Kunst (Universidad de Artes Aplicadas) de 1918 a 1921, donde estudió cerámica y ornamentación. Luego asistió a la Münchner Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes Aplicadas de Munich). Durante su educación, Josef Hoffmann, quien se convirtió en mentor de Bosse, le dio la oportunidad de vender su trabajo en el Wiener Werkstätte.

El trabajo de Bosse creció en popularidad y varias de sus piezas se exhibieron en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas en 1925. Comenzó a diseñar para Augarten Porcelain, así como para Goldscheider, Metzler y Ortloff.

A fines de la década de 1940, Bosse comenzó a experimentar con el latón y les dio a sus figuras de cerámica un revestimiento de metal para protegerlas de roturas. A principios de la década de 1950, Bosse comenzó su línea de figurillas de latón "Black Golden".

También creó artículos pequeños y cotidianos, como abrecartas, llaveros, sacacorchos y portalápices, todos los cuales tienen su distintivo aspecto "negro y dorado". Varios diseños de Bosse comenzaron a ganar una gran popularidad a nivel internacional. Dejó un legado de unos 8.000 modelos y diseños, unos 3.000 en cerámica.

El fabuloso mundo de Walter Bosse
La exposición en la galería berlinesa Brutto Gusto está comisariada por el director de la National Gallery Berlin, Udo Kittelmann.

Nació en Viena en 1904. Mostró signos de talento artístico desde muy joven, y se formó primero en la escuela de artes y oficios en lo que entonces era el Museo für Kunst und Industrie de Viena. Nada menos que Josef Hoffmann, el prestigioso arquitecto y diseñador de la Wiener Werkstätte, promovió desde el principio los grandes talentos de Bosse.

Pero Bosse no solo se sintió atraído por la arquitectura: a partir de 1922 se dedicó a sus numerosos y cada vez más inusuales diseños de cerámica en su propio pequeño taller en Kufstein.
Este período vio el surgimiento de una serie magníficamente colorida de niños y niñas, angelotes y monjes, árboles y flores y, sobre todo, una colección de piezas de animales en constante crecimiento, algunas de ellas absurdas y grotescas: gatos, perros, pájaros, conejos, ciervos, caballitos, ranas, elefantes y monos, así como algunas otras criaturas mestizas.

Finalmente, su perro dragón rojo y amarillo atrajo la atención internacional por primera vez en la exposición de artes y oficios de París en el Grand Palais en 1925. La siguiente nota apareció en el catálogo adjunto:
“El joven Walter Bosse de Kufstein es una presencia sorprendente entre los Artistas austriacos como un gran talento en cerámica. Sabe cómo usar sus animales grotescos para traducir su serie de ideas ingeniosas y cómicas en constante crecimiento en un lenguaje formal característico y lúcido que, a pesar de toda su calidad primitiva, muestra vida y vigor humorísticos”.

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