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Características del producto

Características principales

Título del libro
Salamanca
Autor
DW Books
Idioma
Español/Inglés
Editorial del libro
DW Books
Marca
DW Books
Modelo
N/A

Otros

ISBN
048401240670

Descripción

Salamanca, la ciudad encantada


Un pueblo que no tiene historia es un pueblo muerto. Existen países en donde, por generaciones, a través de las narraciones orales, han podido mantener su riqueza cultural. Por las tardes y noches los abuelos se sientan en las plazas, mercados, fuentes y jardines y los pequenos se acercan a ellos con el fin de escucharlos, con el deseo de que a traves de sus palabras puedan revivir lo que se esta narrado.Hay quienes tienen la fortuna de haber nacido en una familia en donde a las personas mayores se les daba su lugar y respeto. Hay personas que conocieron a sus abuelos y bisabuelos quienes, en aquellas lejanas noches obscuras frias y airosas, encantaban a sus nietos con sus narraciones y leyendas. Esos viejos tenían el don de la palabra y, al escucharlos, las personas podian ver a traves de sus ojos todo lo que ellos narraban. Ellos lograron hacer que las personas que los escuchaban se estremecieran y temblaran de miedo. Eran tan fantásticas sus historias que las personas siempre iban en su búsqueda, pues anhelaban saber mas, escuchar mas, sonar mas.Para los niños de aquel entonces era más provechoso escuchar a sus abuelos que quedarse en una tarde de televisión. Les tenian admiracion y respeto, pues ellos habian visto a la Llorona, habian asistido a una fiesta en el infierno y habian escuchado la música invitante que se convertia despues en gritos y lamentos y los atraia con rumbo al cementerio. Y por las noches, el silencio de sus recamaras, los niños repasaban una a una las historias fantásticas. Algunos conocieron una Salamanca que ya no existe y pudieron maravillarse con sus hermosas casas. El silencio y la soledad que, aunada a la oscuridad de las calles, le dan algo mágico y misterioso. Es por ello por lo que, al escuchar los relatos de fantasmas y casas embrujadas, no era difícil estremecerse. Con la Salamanca actual, llena de luz y sonidos, de algarabia y tensiones, puede ser difícil poder captar el encanto de estas narraciones. Con este libro se invita al lector a cerrar sus ojos y se imagina una Salamanca de finales del siglo diecinueve y los albores del siglo veinte. En las calles desiertas el ulular del viento se escucha por doquier y el aire helado se siente aun más al llegar a las bocacalles. Las familias se reconocen pronto. No existe la luz eléctrica y la única iluminación disponible provenia de los aparatos de petróleo o linternas de mano. Las casas eran enormes, y en muchas de ellas vivian padres, hijos, hermanos, primos, tíos y abuelos. Los corrales estaban llenos de árboles frondosos y en las noches airosas solo se escuchaba el ruido de las hojas de los enormes fresnos. El oido captaba cada sonido dentro de las enormes habitaciones y, con el rabillo del ojo, se podía ver en los rincones sombras que se movian furtivamente de aquí para allá. Solo los serenos pueden andar afuera, aun en el frío, el aire o la lluvia. Gruesas capas el protegiano y su linterna y silbato los acompanaban en sus rondas nocturnas. Al llegar a alguna esquina se escuchaba el clásico pregon de: Son las doce y sereno La mayoría de las casonas estaban en el centro de la ciudad. A pocas cuadras de ahí, eran pocas las que existian. Alejándose un poco más solo habia huertas de limas, limones y otras frutas. Mas allá de la Parroquia Antigua se ve el borde del río serpenteando. Acercandose al Callejon del Diablo la oscuridad se hacia más densa, llegando a parecer la mismísima entrada al Infierno.En el otoño, cuando los días son cortos y las noches largas, las calles de Salamanca pronto estaban desiertas. Solo las hermosas lunas de octubre alumbraban los patios y corrales. Era maravilloso ver aquel espectaculo en el que todo cambiaba a un color plateado y las fuentes, bancos, calles y plazas parecían tener luz propia, cuando la magnífica y enorme luna de octubre banaba con su luz plateada a nuestra Salamanca, la ciudad encantada.

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