La Civilización Oprime A La Barbarie - Mariano Rosas
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Mariano Rosas La civilización oprime a la barbarie / Mariano Rosas
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Mariano Rosas fue uno de los principales líderes del pueblo ranquel. Desde su más tierna infancia conoció el rigor del sufrimiento y la desgracia al verse privado de los suyos. El grupo étnico al que pertenecía había sido proscripto por Juan Manuel de Rosas y, por lo tanto, combatido con una saña indescriptible. Los ranqueles eran guerreros por excelencia y tenían un poder de resiliencia impresionante. Siempre resurgían de las cenizas con más fuerza y se tornaban más peligrosos y desafiantes.
La alianza de los ranqueles con los federales los había potenciado a extremos impensados. Sin embargo, esa unión no estuvo exenta de rispideces, traiciones e ingratitudes por parte de algunos actores relevantes, que los dejaron abandonados a propia suerte cuando estos fueron atacados por el gobierno liberal de Buenos Aires.
En este contexto, Mariano Rosas tuvo que hacer frente a la invasión del Río Quinto, lo cual se convirtió en un punto inflexión que marcó el derrotero y el ocaso de su grupo étnico como entidad libre, autónoma e independiente, ya que al rubricar diversos tratados con el Estado argentino dejó expuestos a varios componentes, como los ranqueles de la Orilla o los Indios Guachos. Su postura ambivalente y desconfiada con relación a Potaigué y otros enclaves nativos y referentes políticos, coadyuvaron a la desintegración de su liderazgo y a la derrota de su pueblo.
Mariano Rosas nunca pudo comprender que el destino de los indios dependía de la habilidad de jugar a dos puntas, utilizando a su favor los constantes y habituales enfrentamientos entre Buenos Aires y el resto de las provincias. No favorecer a la causa de los entrerrianos contribuyó a su propia caída.
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