Un Hombre Para Dios. Jose Pio Gurruchaga Castuariense. Obisp
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Características del producto
Características principales
Idioma | Español |
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Formato | Físico |
Editorial | OBISPADO PALENCIA |
Descripción
Gurruchaga Castuariense, José Pío. Tolosa (Guipúzcoa), 5.V.1881 – Bilbao, 22.V.1967. Fundador de la congregación religiosa de Auxiliares Parroquiales de Cristo Sacerdote.
Hijo de padres maestros y huérfano de padre antes de nacer. Cursó estudios eclesiásticos en el seminario conciliar de Vitoria y obtenida la licenciatura en Teología por la Universidad de Zaragoza, es ordenado sacerdote en Vitoria el 23 de diciembre de 1905. Destinado a la parroquia de Santa María del Juncal, en Irún (Guipúzcoa), sintió deseos de ingresar en la Compañía de Jesús, pero no llevó a cabo esta vocación. Realizó un trabajo con las almas con numerosos frutos de conversiones y extenso en campos: catequesis y establecimiento de asociaciones eucarísticas; dedicación a la Acción Católica; fundación de varios sindicatos católicos en defensa de los obreros y de una caja de socorro para los parados; la implantación en España de la Obra Pontificia de San Pedro Claver, de la que fue su primer director nacional, etc.
Cuando se creó la diócesis de Bilbao, el obispo monseñor Morcillo lo nombró primer deán de la catedral bilbaína de Santiago. Su acción a favor de las misiones es tan intensa que, el 27 de junio de 1922, la Sagrada Congregación de Propaganda Fide le nombra primer director nacional de la Obra de San Pedro Apóstol para el Clero Indígena.
Toda esta actividad la va a centrar en la fundación de una congregación religiosa para ayuda del sacerdote en el apostolado de la parroquia. La constante referencia a la necesidad de esta ayuda la recogen tres militantes de la Acción Católica femenina, que secundan incondicionalmente la idea de esta vocación y asimilan mejor el espíritu sacerdotal llevando a la práctica las iniciativas propuestas. Se agolpan las dificultades e incomprensiones, pero ellas, superan los escollos y van configurando la realidad de la vida religiosa que en el futuro profesarán. El apostolado entre ellas con el común sentir de aspiraciones e ideales divinos agrupa ya a siete jóvenes y el día 6 de febrero de 1927 se inaugura el primer oratorio en Irún, queda reservado Nuestro Señor Jesucristo en el Sagrario, y empiezan la vida en comunidad de este instituto religioso que inicialmente recibió el nombre de Pía Unión de Hijas de la Unión Apostólica.
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