Liliana Heer Tijeras Metaficción Voria Stefanovsky Narrativa
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Características del producto
Características principales
Subtítulo del libro | Metaficcion |
---|---|
Autor | Liliana Heer |
Idioma | Español |
Editorial del libro | Voria Stefanovsky Editores |
Tapa del libro | Blanda |
Otros
Cantidad de páginas | 134 |
---|---|
Género del libro | Literatura,Narrativa Argentina |
Tipo de narración | Escrito |
Lugar de publicación | Argentina |
Descripción
Liliana Heer
Tijeras
Metaficción
Voria Stefanovsky
Las tijeras no dejan de evocar una techné. El delicadísimo arte del corte, la afirmación de
una discontinuidad, de una incisión. El libro que tenemos ante nosotros está hecho de piezas
separadas. La suma de ellas, si se reconstruyeran las conexiones necesarias, podría resultar en una
vasta novela en la que entrarían en relación Néstor Sánchez un viernes a la noche, el zarpazo de
un tigre, un limpiaparabrisas que sigue moviéndose después de un accidente, la llegada de un
circo a Berlín, Perón leyendo Zaratustra, un ramo de camelias desparramado por el viento, el parto
de Carla Greta, las pisadas del sereno de un frigorífico, una serie en la que los copistas
flaubertianos se demoran en lecturas, lances amorosos, conversaciones grotescas, desilusión y
tristeza, movimientos de tropa, la majestad de una muerta, una reunión de penitentes desnudas
que cantan el Miserere, y un número indistinto de nombres y citas distorsionadas. Cada una de
estas escenas podría por su parte entenderse como el destilado radical de una historia, propia o
impropia, la condensación de una novela, un resto. Los lectores de Liliana Heer reconocemos aquí
un movimiento mayor de lo que en sus libros se presenta como pregunta acerca de la construcción
de una historia, de la lengua que la concibe, y de la que se sostiene, de la repetición, de su ritmo
como fundamento poético, de lo que vuelve, lo que no se orienta estrechamente en el sentido de
un final. De ahí quizá la insistencia en estas páginas del caso Bouvard y Pécuchet, así como la
silenciosa memoria de la máquina de narrar de Ricardo Piglia, a quién este libro va dedicado. De
modo que “metaficción”, que es el modo en que Liliana nombra esta escritura, puede pensarse
como un estudio de la reproducción, del corte, reanudación, escurrido y enlace de infinitas
historias separadas. Puede verlo así el lector que reconozca su agudeza, su rigor de libertad.
Américo Cristófalo
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