Bidet Portatil De Viaje Irrigador Limpieza 380 Ml

Hay un viejo aforismo que dice algo así como que lo ideal es enemigo de lo posible. Qué se hubiese imaginado voltaire que alguna vez el mismo iba a ser utilizado para definir a un adminículo de higiene de algunas de las partes más íntimas del ser humano. Sí, compré un bidet portátil. Soporté burlas de amigos, colegas y hasta de mi esposa. Y no voy a mentirles, tenía dudas de su eficacia, de si esta compra se uniría o no a las decenas de productos fútiles que adquirí en mi vida. Hoy puedo levantar la frente en alto y decir que no. Ha sido una gran adquisición. ¿es perfecto? no. Pero, estimados, repito, lo ideal es enemigo de lo posible. Sabiduría ancestral. Fuera de argentina hay lugares -la mayoría- que son muy crueles con la higiene personal de las profundidades del cuerpo. Naciones líderes económica, tecnológica y militarmente desconocen las bondades del bidet. Cuesta creerlo, pero es así. Un día, dos, se aguanta. Es cuestión de coordinar el momento sagrado con el baño. Pero el intestino, encima estimulado por gastronomía exótica, puede deparar sorpresas. Y allí sale al rescate este producto. Que puede ser incómodo de usar al principio pero posee una rápida curva de aprendizaje. Adiós enchastre. La capacidad de la botella podría mejorar. Los 380 ml a veces quedan cortos (de nuevo, gastronomía exótica) quizás una opción de litro y medio estaría buena. Así que no lo duden. Compren esto. Sin ser perfecto, les va a hacer del mundo un lugar mucho más amigable.

Para ir de campamento y cagar en el medio de la montaña va como piña.